Ciudades de Frontera es un programa continental que busca promover la convergencia de políticas públicas sectoriales en la zona de frontera para enfrentar las desigualdades regionales, considerando la diversidad socioeconómica y cultural de la región; estimular las inversiones en arreglos y cadenas productivas prioritarias para el desarrollo sostenible de las regiones menos dinámicas, apuntando a la inserción social y económica de las poblaciones locales, el desarrollo local y la integración de América del Sur; mejorar la gobernabilidad y estimular la participación de la sociedad civil, involucrando la articulación de actores nacionales e internacionales en torno a proyectos de desarrollo en la Frontera.
Cronología de ediciones anteriores, todas organizadas por el Instituto de Arquitectos de Brasil (IAB):
2004: I Congreso Internacional de Urbanismo en Ciudades de
Frontera – Campo Grande – MS;
2006: Segunda Conferencia de Ciudades Fronterizas – Foz do Iguaçu – PR;
2009: Tercera Conferencia Internacional sobre Desarrollo Urbano en Ciudades de Frontera – Foz do Iguaçu – PR.
2019: Cuarta Conferencia de Desarrollo de las Regiones Fronterizas
Es importante señalar que todas las ediciones anteriores se realizaron en colaboración con la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos – FPAA. En esta edición 2023, la colaboración se ampliará, a través de la organización compartida y también con la previsión de eventos simultáneamente en otros países.
Frente a los diversos fenómenos que afectan a las ciudades actuales, tanto los arquitectos como los urbanistas e investigadores tienen retos extra en temas urbanos que se centran en la problemática de las ciudades fronterizas. Estas ciudades tienen una dinámica socioeconómica propia por su carácter internacional, con amplias reflexiones sobre sus formas de organización dentro del territorio. A pesar de ser estratégicas, las regiones fronterizas están generalmente poco desarrolladas económicamente, marcadas por la dificultad para acceder a bienes y servicios públicos e históricamente permanecen “militarizadas” por el Estado.
Hay muchas diferencias, pero también muchas interacciones. Por lo tanto, es fundamental pensar en estrategias de optimización de las políticas de desarrollo. Este proceso debe ser continuo y permanente, y lo más amplio posible, involucrando a todos los sectores de la sociedad.
Uno de los casos de estudio que tenemos en Brasil –y de suma importancia para América del Sur– es la Merco-ciudad de Foz do Iguaçu en Paraná –un moderno almacén comercial, turístico y de servicios– ubicado en territorio brasileño e importante vía de entrada para extranjeros en el país y en los territorios limítrofes de Paraguay y Argentina. Sumado a esto, la usina hidroeléctrica de Itaipú, que en su construcción durante el Régimen Militar hizo que el número de habitantes prácticamente se cuadriplicara en apenas una década, pasando de 33.970 habitantes en 1970 a 136.320 en 1980. Este hecho generó graves problemas sociales aún irresolutos. Este municipio, por ejemplo, en 2009 lideró el ranking de homicidios entre adolescentes en el país, según datos divulgados por el gobierno brasileño en colaboración con UNICEF. Aún en esta región, permanece casi intacta una de las reservas ecológicas más importantes del Mercosur, donde se encuentran las Cataratas del Iguazú. Uno de los más grandes del mundo.
Hoy, Foz do Iguaçu tiene una población estimada de 267 mil habitantes. Además de la población flotante y de turistas, que proporciona el flujo diario de 30.000 automóviles a través de Ponte da Amizade, la principal conexión entre Brasil y Paraguay.
Y fue en ese escenario que tomamos la Carta de Foz do Iguaçu, en la pre conferencia del Seminario Regional-Cono Sur, enviada a la III Conferencia Internacional sobre Desarrollo Urbano en Ciudades de Frontera. Documento que esboza los principios básicos que los arquitectos y urbanistas deben tener en cuenta al pensar y planificar ciudades y pueblos con fronteras internacionales como un solo asentamiento, un territorio continuo con características multiculturales, considerando las limitaciones de los arreglos institucionales tradicionales de gestión del espacio urbano y regional. “Las complejidades económicas y sociales operan como potencialidades, determinando la dimensión de su desarrollo”.
En la Carta se destacaron los principios rectores del desarrollo: ciudadanía; representatividad; sustentabilidad; y legitimidad. Además, se destaca el papel de la cultura como elemento propulsor para el desarrollo de políticas públicas efectivas para las ciudades fronterizas: para implementar el concepto de cultura en la planificación, se debe partir preferentemente del rescate de las culturas indígenas, sus matrices históricas y medios de expresión. “Para ser representativo, este rescate debe buscar la integración y valorización de los centros de conocimiento existentes en la región transfronteriza de la triple frontera”.
En consecuencia, la Carta sugiere que se eleven y sistematicen los conocimientos existentes y las iniciativas de pensamiento conjunto en las ciudades fronterizas, en especial las propuestas de Cultivando Águas Boas (Itaipú); Parque Tecnológico Itaipu (PTI); de la Universidad de la Integración Latinoamericana (UNILA); Acuífero Guaraní; Proyecto Águas Grandes, Restauración de Espacios Públicos en Ciudad del Este. Y, paralelamente, se destaca la necesidad de inventariar el stock de áreas públicas y privadas con miras a implementar proyectos estructurantes en la organización territorial regional.
Luego de estas conclusiones, la FPAA y sus entidades integrantes buscan firmar términos de cooperación con la UNILA. Al mismo tiempo, buscan articular una apuesta por la planificación integrada entre los municipios del aglomerado urbano de la región fronteriza, los gestores públicos y la sociedad civil.
Es claro que las decisiones para las ciudades fronterizas, sean las que sean, dependen de articulaciones complejas pero posibles. En el caso específico de Foz do Iguaçu, debemos incentivar la participación de arquitectos y urbanistas en organizaciones sociales y gubernamentales con representación transfronteriza, con miras a fortalecer una mejor comprensión de la necesidad de una planificación regional integrada – en el ámbito de los países de la triple frontera.- Brasil, Argentina, Paraguay.
Creemos, por tanto, que se presentaron los paradigmas iniciales y los principios básicos para la solución de los graves problemas de las ciudades fronterizas. Queda ahora para nosotros, para todas las entidades interesadas, con base en lo definido en la Carta de Foz do Iguaçu y para esa ciudad, transformar los conceptos particulares en conceptos generales, para garantizar el desarrollo integral de estas regiones.
Actuación Internacional
Acciones internacionales apoyadas o en curso
Desafíos Estratégicos (síntesis)
Conclusiones
La diversidad cultural y política de las naciones y grupos humanos consagran la congregación solidaria de arquitectos de todo el mundo, sin distinción de razas, creencias religiosas e ideologías.
La arquitectura, la más antigua de las profesiones, al organizarse para la construcción del espacio habitado, ha marcado su historia como celebración de la paz, la esperanza, la convivencia, la fraternidad y la naturaleza libertaria del ser humano.
Nosotros, participantes de la 3ª Conferencia Internacional sobre Desarrollo Urbano en Ciudades de Frontera, reunidos en Foz do Iguaçu, del 2 al 5 de agosto de 2009, en el Parque Tecnológico Itaipu – PTI, bajo el tema “Integración y Sostenibilidad”, llegamos a la siguientes conclusiones y recomendaciones:
Para pensar y planificar ciudades y pueblos con fronteras internacionales como un solo asentamiento, un territorio continuo con características multiculturales, es necesario considerar las limitaciones de los arreglos institucionales tradicionales para la gestión de espacios urbanos y regionales. Las complejidades económicas y sociales operan como potencialidades, determinando la dimensión de su desarrollo;
El entendimiento de que se deben establecer los principios rectores del desarrollo y del debate son: ciudadanía; representatividad; sustentabilidad; legitimidad y participación;
Es necesario reforzar el concepto de cultura como insumo a la planificación territorial, respetando y realizando la integración a través de las diferencias. Cuando se implementa esta llamada “planificación humana”, el desarrollo resultante construye identidades, ciudadanía, inclusión social y genera riqueza;
Para implementar el concepto de pluralidad cultural en la planificación, es preferible partir del rescate de las culturas indígenas, sus matrices históricas y medios de expresión;
Para ser representativo, este rescate debe buscar el reconocimiento, valorización e integración de los centros de conocimiento existentes en las regiones transfronterizas;
Se deben mapear y reconocer los espacios que mejor representan las diferentes culturas involucradas;
Recomendaciones
Levantar y sistematizar los conocimientos e iniciativas existentes de pensamiento conjunto en las ciudades fronterizas, preferentemente las presentadas en congresos;
Crear sistemas de información integrados y articulados, metodológica y temporalmente, que apoyen los procesos de planificación y gestión regional;
Inventariar el stock de áreas públicas y privadas con miras a implementar proyectos estructurantes en la organización territorial regional;
Recalificar e integrar sectores económicos estratégicos, anclas del desarrollo regional;
Crear, con carácter de urgencia, mecanismos integrados para la gestión de espacios transfronterizos, fondos, líneas de financiamiento y armonización de legislación;
Que los proyectos de obras públicas transfronterizas se escojan y ejecuten a través de concursos públicos;
Apoyar la implementación de la Universidad de la Integración Latinoamericana – UNILA, como lugar privilegiado para la difusión de las culturas latinas;
Que la Universidad de la Integración Latinoamericana – UNILA ofrezca cursos regulares o de especialización en los siguientes temas: (i) planificación regional en espacios transfronterizos; (ii) arquitectura latinoamericana; y (iii) patrimonio histórico, artístico y cultural latinoamericano;
Proponer a la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos – FPAA, y sus Entidades Asociadas (entre ellas el Instituto de Arquitectos de Brasil – IAB) la firma de convenios de cooperación con la Universidad de la Integración Latinoamericana – UNILA;
Articular un compromiso de planificación conjunta y gestión articulada, entre los municipios del aglomerado urbano transfronterizo, los gestores públicos y la sociedad organizada, visando insertarlos en los lineamientos de los acuerdos del Estado-nación;
Crear una Comisión de Integración integrada por sindicatos de los países miembros del Mercosur y que sea reconocida como grupo de trabajo por las cancillerías de estos países;
Crear un Grupo de Discusión, con el objetivo de realizar estudios y debates; coordinar encuentros y talleres para el constante intercambio de ideas y la continuidad del debate.